sábado, 21 de mayo de 2016

El pecadp mortal de Don Altobello


En la parte III de la saga de los padrinos, el viejo Don Altobello es un mafiosa ya retirado, que estubo aliado en su día a la familia Corleone. Su función era ser consiggiere del jefe de otras de las más importantes familias asentadas en Nueva York, los tatagglia entre 1955 y 1961, llegando a ser el Don en esta familia en 1.962. En la época que se desarrollaban los acontecimientos narrados en el Padrino III, Altobello se había convertido en un gran amigo y aliado de los Corleone, llegando a donar en un acto de inauguración la cifra de un millón de dolares para la Fundación Vito Corleone, de la cual él es parte. Además, este anciano es el padrino de bautizo de la hermana de Michael Corleone, Constanza Corleone.
Michael Corleone comienza a sospechar que Altovello está detrás del intento de asesinato de todas las familias y sus comitivas que habían asistido a una runión convocada, celebrándola en el salón de uno de los hoteles má lujosos. En plena reunión de la Comisión de las cinco familias de Nueva York, Altobello abandona discretamente el salón donde se va ha producir el atentado provocado mediante un helicóptero y diverso armamento de guerra. Tras las serias sospechas que se ciernen sobre Altobello, Michael Corleonne ordena a su sobrino Vincent Corleone que manifieste su lealtad al anciano, pero sin comprometerse nunca de traicionar a su persona.
Ya en Sicilia Altobello contrata los servicios de un sicario, la Mosca, para poder dar muerte a Michael Corleone en el Teatro Massimo de Palermo, aprovechando que el hijo de éste, Anthony Corleone, va a debutar como cantante en la obra Cavalleria Rusticana. Antes de comenzar el espectáculo, Connie, la ahijada de don Altobello, le regala una caja de canollis (que se trata de una pasta dulce típica de Sicilia) con motivo de celebrar el aniversario del anciano. Los canolli se encontraban envenenados y, de esta forma, dan muerte de una manera tan sutil en su asiento, bajo la atenta mirada de Constanza Corleone.
Escalera del Teatro Massimo

El cannoli a la siciliana se prepara la masa con 300g de harina blanca, 30 g de azúcar, 25 g de mantequilla, 1 vaso de vino blanco marsala, 1 pizac de sal, 1 huevo para dar brillo. Mezclarlo con mucha energía hasta obtener una mas elástica y homogénea. Formar una bola, cubrirla con una servilleta y conservarla en en un lugar fresco, pero no frio, durante media hora aproximadamente.
Trabajar nuevamente la masa durante unos minutos y dejarla descansar media hora antes de darle una amasada y estirarla formando un hojaldre muy delgado.. Cortar la masa en cuadrados de unos qo centímetros y darles brillo pincelándolos con huevo batido.  Enrollarlos sobre los cilindros untados con aceite, comenzando por una punta y uniéndola con la punta opuesta, Comprimir la masa para que quede fime en los puntos de unión y freir en abundante aceite muy caliente. Antes de retirar los cilindros dejar enfriar bien, haciendo la operación con delicadeza para impedir que el canolli se rompa. Pasar requesón por el tamiz y mezclarlo con el azúcar, las cascaras de naranja confitadas, el chocolate rallado, la vainilla y el ro.
Rellenar los canolis con este compuesto y decorarlos en las puntas trocitos de fruta confitada.

La receta de Peter Cleemenza

Partiendo de que se trata de una de mismpelículas favoritas. La enorme producción del Padriono por Francis Forcopolla: Es el famoso libro de Mario Puzzo llevado a la gran pantalla y tiene muchísimas escenas que por la genialidad de los actores, la crudeza de algunas escenas, otras más desenfadada como en la que el caporegimi de la famailia Corleone Peter Clemenza le enseña a cocinar a Michael Corleone un plato siliciliano: "ven aquí con Clemenzza, nunca se sabe si algún día tendrás que dar de comer a veinte tipos con estos".

Pues bien, la escena continua como el entrañable personaje le da su toque mágico o de gracia a la receta: "trituras unos tomates, una vez que los has calentado, pones un poco de aceite de calidad echas las albondigas y salchichas, le añades un poco de vino tinto y remueves. ¡Y ahora mi truco: azucar !¡dos cucharadas!


Yo que ya la he probado, quier ser sincero, es una receta muy potente y para aquellos días frios que augure una tarde de siesta en pijama. Lo más curioso es que esta receta es en su totalidad italoamericana y poco tiene que ver con sus antepasados que un día llegaron al pierto de Staten Insland por vía marítima desde la península itálica. Los casi cinco millones de italianos que en su día emigraron a norteamérica, la inmensa mayoría gente del sur de Italia, llegaron entre 1880 y 1920 dando como aportación a su cultura la rica gastronomía que tienen, com no podría ser de otra manera, pero aportando todos los productos que se encontraron en el nuevo continente, mñas fáciles de adquirir. De ahí las salchichas a cascoporro que se puede hacer con la receta que más gracia o haga, aunque debería de llevar algo de leche, pan y albahaca, dejando que esta mixtura macerara un día en la nevera.
La ssalchichas italianas suelen ser de cerdo, con especias y bastantes grueasas, aunque se pueden sustituir con salchichas frecas de carniceria o incluso chorizo criollo. La recede del caporegimi no incluye cebolla ni hierbas en el sofrito, quedando a gusto del consumidor.
 En este mercado de alimentos de Palermo habia de todo para nuestro plato.

Ingredientes:
* 1 cucharada de aceite de oliva.
*2 dientes pequeños de ajo o 1 grande.
* 750 gramos de tomate crudo pelado.
*170 gramos de pasta de tomate concentrado.
* 250 gramos de albondigas con carne picada.
*" salchichas grandes de carnicería
*2 cucharadas de vino tinto.
*25 gramos de azucar-
* Opcional: oregano, albahacay cebolla.
* 400 gramos de pasta.

Preparación:
Calentar el aceite en una cazuela y añadirle un diente de ajo pequeño y picado.
Trocear el tomate y quitarles cualquier resto de piel.
Cuando el ajo esté bailando pero no se haya pochado aún, verteer los tomates y la pasta de tomate concentrado. remover y cocinar 10 minutos a fuego medio-alto sin que debajo se nos agarre.
Añadir las albondigas y salchichas troceadas.
Añadir vino, azúcar y salpimentar al gusto.
Reducir la salsa a fuego lento durante 20 minutos, corregir el punto de sal y añadir una cucharada de orégano o albahaca (a gusto del consumidor).
Cocer la pasta, servirla y añadirle un cazo de salsa.



Desde el corazón de Sicilia

Palermo. Ciudad del paso de distintas civilizaciones y cuna de la cossa nostra.

La capital de Sicilia ha contemplado y dado testimonio del paso incestnte de distintas civilizaciones como punto geoestratégico de primer orden en pleno Mar Mediterráneo. Caracterizado por su entonación cálida y aromas perfumados a narnajos y limoneros, sin embargo es un lugar tan hermoso como convulso.
Uno de los primeros pueblos en conquistar Ziz, como así denominaron a la actual capital siciliana, fuerno los fenicios.
Posteriormente y mediante el transcurso de los siglos venideros, sobre Palermo fue llegando el paso de los griegos, el Imperio bizantino, árabes y normandos. Quizá esto ha llevado a Palermo ser un amalgama de civilizaciones, idiomas, razas, influencias gastronómicas y religiones.
Los fenicios se asentaron a caballo entre los rios Kemonia y Papireto. En la actualidad estos asentamientos se encuentran ubicados en la parte central de la ciudad albergando los muros que la protegían. A partir de aquí el paso de los romanos y bizantinos supuso el desarrollo y expansión del núcleo urbano central, ampliándose también sus muros. 
A partir del S.X Palermo es dominada por los árabes. Supuso una época de gran explendor por la influencia cultural y económica tan vasta que estaba aportando. Los árabes expandieron, sus construcciones más allá de los muros que protegían la ciudad, llegando la ciudad hasta las costas del mar.
Debido a todo este flujo comercial, Palermo se constituyó en la primera ciudad cosmopólita de de la Edad Media. A parte de los pueblos autóctonos de la isla de Sicilia, llegaron a la misma árabes, persas, bereberes y negros.
Transformada en un punto de enlace clave entre el continente europeo y el medio oriente, el arte, la agricultura, la economía, las ciencias y toda manifestación del desarrollo humano, había adquirido cotas muy altas hasta hacer de Palermo la ciudad más importante del Imperio Árabe.
Curiosamente, durante esta época de esplendor, paralelamente se crean bandas de criminales que inician sus aactividades protegiendo los bienes que son propiedad de la nobleza ausente. Bajo la unión de pactos de sangre, juramentos y honor (el origen de la omerta), estas asociaciones son el origen de la cosa nostra y la mafia. A este respecto, me llamó mucho la atención la película del juez asesinado por la mafia en 1.992 donde explican muy bien en que consiste la omerta y rituales que se llevan a cabo.
Siglos más tarde transcurre por Sicilia el paso de los normandos hasta que poco a poco termina siendo una parte de la actual Italia.
Durante la II Guerra Mundial, Palermo sufrió las secuelas de lso bombardeos, quedando hasta hace bien poco en el puro ostracismo, sin embargo, aún conserva maravillas de su esplendor histórico. 
En la actualidad, gracias a la influencia de los sicilianos que emigraron a Estados Unidos y Argentina, allí ha conseguido consolidarse en una de las identidades culturales más fuertes y arraigadas. Han sido motivo y argumento para muchísimas películos bien de temática de gangsters, mafia o, incluso, de lso barrios de clase media que en la actualidad se asientan en barrios de las grandes cidades norteamericanas como Brooklin, Queens, etc. 
Monumento a la mamoría de las víctimas de la Mafia